Alguna vez me preguntaron...

-¿Qué profesión estudió?

Y yo le contesté: 

- Maestra

Esa persona, mirándome con extraña expresión en su rostro, se rió y dijo en voz baja:

- ¡Que profesión tan fácil! Se pasan el día jugando con niños y haciendo manualidades... 

Yo, con cabeza bien alta, le dije con firmeza:

¡Si! ¡Soy Maestra! No trabajo en empresas, pero sí en un espacio donde promuevo conocimientos en niños, jóvenes y adultos. No discrimino, porque doy amor a todos por igual. No soy jefa, pero mis alumnos me ven como un líder y soy su modelo a seguir. No soy psicóloga, pero puedo hacer que mis alumnos crean en sí mismo. No soy doctora, pero puedo diagnosticar carencias. No tengo horario de trabajo, pues mientras tú ves televisión y duermes, algunos estamos planeando para que los alumnos tengan el mejor aprendizaje. No soy arquitecto para construir edificios, pero sí construyo sueños y valores. No hago figuras con plastilina, moldeo sueños. En definitiva...

Ser Maestra es un orgullo